una Buena Historia....

Soy historiadora, por lo cual me apasiona el acontecer Histórico, pero me apasionan mas las historias contadas, o la hermosa tradición oral, que de repente se deja de lado, lo que a narro a continuación es una fasinante historia que vale la pena compartir, quiero describir a mi amiga Eliza y lo facinante que es el mundo de esta mujer, ella es una mujer madura, grande de edad tiene 70 años, y es sobre todo una mujer completa mente lucida y apasionada por la vida, pero triste, muy triste desde que se fue el, su eterno acompañante, quiero compartir en esta ocasión fragmentos de una vida llena de misterios de tristesa y como esta mujer de 70 años decide escribir...

Me acuerdo Bien como la conocí, era la vecina mas odiada por lo niños de la cuadra, ya que no le gustaban los niños, y creo que aun no le gustan, yo junto con mi hermano menor, jugábamos tranquilamente a la pelota, yo tenia escasos 10 años y lo que sucedió era lo común la pelota callo, justo en su casa y fuimos a pedirla, ella... salio y dijo quieren su pelota pues tengas la poncho en nuestra vista, mi hermano le contesto vieja horrenda_ ella sonrió y le dijo voy a decirle a tu madre que te eduque muchachito malcriado .... jajaja me acuerdo, unos días mas tarde nos enteramos que Eliza se había caído dentro del baño y que se había fracturado un brazo, así que decidí visitarla, ella me recibió y allí empezó nuestra amistad, su casa era de esas casas en la cual no entra mucho el sol, en la que hay rincones llenos de libros, y libros, y objetos raros y curiosos, me dio te y empecé a platicar de la escuela, de que no me gustaban las matemáticas, que me gustaba leer y el primer lazo de amistad fue el siguiente, corrió a su librero y saco un libro, me dijo... toma este a ver si te gusta fue el segundo libro que me habían regalado, ya mi padre me había comprado el principito, este era un poco mas abstracto para mi, me regalo un clásico del romanticismo Mexicano, clemencia de nombre, me apasione por el libro y regrese a visitarla, nunca me imagine que en mis visitas despertaran en mi y en ella un sentimiento tan afectivo como el de la amistad y el respeto, sus maravillosas historias poco apoco las construimos dentro de las infinitas platicas pausadas por mi, tengo ahora 24 años y aun la visito y aun me sorprendo con sus historias....